viernes, 13 de junio de 2014

La lectura la diferencia entre entender y comprender





La lectura la diferencia entre entender y comprender 


  No hay dudas que la actividad lectora constituye uno de los instrumentos de  importancia para alcanzar éxitos verdaderos tanto en el estudio, como en el trabajo. La lectura, como actividad verbal, ha desempeñado, desempeña y desempeñará un papel determinante en el desarrollo humano. Para apreciar su valor pragmático basta saber que aproximadamente las tres cuartas partes de lo que se aprende llega por vía de la lectura. A pesar de la aparición de nuevas vías y medios de asimilación de conocimientos, la lectura continúa siendo uno de los modos fundamentales para recibir la información visual o táctil.
(ALMAGUER, B.1998).
Por tanto, corresponde a los docentes, principalmente, la tarea de enseñar a los alumnos realizar una lectura dinámico-participativa. ¿Y qué significa eso de dinámico-participativo? Eso, entre otras cosas significa, una lectura donde el alumno no solo se limite a la ejecución de las actividades que tradicionalmente ha venido realizando en la escuela, sino que implique el ejercicio pleno de sus capacidades intelectuales, como un constructor-transformador, para que sea capaz de entender, comprender o interpretar (ECI) cualquier tipo de texto.   La lectura es un proceso dinámico y participativo donde tan importante es lo que está expresado, como lo que es capaz de incorporar el lector. La misión del lector debe ser la de decodificar el mensaje, teniendo presente que el contenido del texto es un complejo semántico que se forma de lo explícitamente expresado, lo conocido por él, lo inferido del contexto histórico-concreto.
Por eso, el principal objetivo de este trabajo no es fundamentar las concepciones de los autores sobre el enfoque que se debe seguir y sí sobre la importancia de determinar las diferencias que existen cuando se leen diferentes tipos de textos y específicamente, diferenciar las habilidades generalizadas de entender, comprender e interpretar. Para iniciar este análisis, sería interesante esclarecer el propio término lectura; ya que tiende a ser un término ambiguo. Generalmente, lectura se utiliza como sinónimo de texto, en ‘Selección de lecturas’; o como sinónimo de visión u observación general, en ‘lectura de mundo’; o como sinónimo de análisis o de observación particular, en ‘haz una lectura de ese cuadro’; o cuando refiere al resultado de la acción de leer o, incluso, al método empleado en la enseñanza de lenguas. Esto hace necesaria, aquí en este contexto, la definición de este término. Por eso será el primer aspecto a ser considerado. ¿Cuál sería, desde nuestra perspectiva, la lectura de imágenes?

Aal ,revista ,año 11-
Dirección web donde está alojado el audio
http://carltruji.podomatic.com/entry/2014-03-28T15_40_01-07_00


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