La lectura la diferencia entre entender y comprender
No hay dudas que la actividad lectora constituye uno de los instrumentos
de importancia para alcanzar éxitos
verdaderos tanto en el estudio, como en el trabajo. La lectura, como actividad
verbal, ha desempeñado, desempeña y desempeñará un papel determinante en el
desarrollo humano. Para apreciar su valor pragmático basta saber que
aproximadamente las tres cuartas partes de lo que se aprende llega por vía de
la lectura. A pesar de la aparición de nuevas vías y medios de asimilación de
conocimientos, la lectura continúa siendo uno de los modos fundamentales para
recibir la información visual o táctil.
(ALMAGUER, B.1998).
Por tanto, corresponde a los
docentes, principalmente, la tarea de enseñar a los alumnos realizar una
lectura dinámico-participativa. ¿Y qué significa eso de dinámico-participativo?
Eso, entre otras cosas significa, una lectura donde el alumno no solo se limite
a la ejecución de las actividades que tradicionalmente ha venido realizando en
la escuela, sino que implique el ejercicio pleno de sus capacidades
intelectuales, como un constructor-transformador, para que sea capaz de
entender, comprender o
interpretar (ECI) cualquier tipo de texto. La lectura es un proceso dinámico y
participativo donde tan importante es lo que está expresado, como lo que es
capaz de incorporar el lector. La misión del lector debe ser la de decodificar
el mensaje, teniendo presente que el contenido del texto es un complejo
semántico que se forma de lo explícitamente expresado, lo conocido por él, lo
inferido del contexto histórico-concreto.
Por eso, el principal objetivo de
este trabajo no es fundamentar las concepciones de los autores sobre el enfoque
que se debe seguir y sí sobre la importancia de determinar las diferencias que
existen cuando se leen diferentes tipos de textos y específicamente,
diferenciar las habilidades generalizadas de entender, comprender e
interpretar. Para iniciar este análisis, sería interesante esclarecer el propio
término lectura; ya que
tiende a ser un término ambiguo. Generalmente, lectura se utiliza como sinónimo de texto, en
‘Selección de lecturas’; o como sinónimo de visión u observación general, en
‘lectura de mundo’; o como sinónimo de análisis o de observación particular, en
‘haz una lectura de ese cuadro’; o cuando refiere al resultado de la acción de
leer o, incluso, al método empleado en la enseñanza de lenguas. Esto hace
necesaria, aquí en este contexto, la definición de este término. Por eso será
el primer aspecto a ser considerado. ¿Cuál sería, desde nuestra perspectiva, la
lectura de imágenes?
Aal ,revista ,año 11-
Dirección web donde está alojado el audio
http://carltruji.podomatic.com/entry/2014-03-28T15_40_01-07_00
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